Son diseños que no son imprescindibles para que tu marca inicie a operar, pero suman a mantener la identidad visual y branding. Para elegirlos, sugerimos tomar en cuenta las necesidades y objetivos del momento.
Algunos de los diseños complementarios son: menús, tarjetas de visita o presentación, certificados, hojas membretadas, firmas de correo electrónico, diseños de packaging o empaque, folletos, etiquetas, invitaciones, diseños de uniformes y más.